San Ignacio y Xunantunich

El siguiente destino después de Cayo Caulker sería San Ignacio, un pueblo situado a 2 horas de Belize city y a 20 minutos de la frontera con Guatemala. Hasta allí fuimos en bus. En esta ocasión el billete nos costó 5€.

Estación de buses de Belize ciudad

Los billetes en Belize se compran en el mismo autobús, no hay páginas online donde reservarlos ni tampoco taquillas en las estaciones, sino que te subes al bus y cuando ya vas viajando hay un chico que se encarga únicamente de ir cobrando los billetes a los pasajeros.
En este viaje el autobús se averió; cuando estábamos un poco más de a medio camino, el conductor dijo que el autobús ya no daba para más y se paró en un pueblecito donde estuvimos un rato esperando a que otro autobús nos recogiera para llevarnos a nuestro destino. 

No sé cuantas cosas le fallaban a aquel cacharro pero por lo que escuché bastantes. Pero lo que más me sorprendió fue la buena reacción del conductor. Cualquier persona creo que mínimo hubiera dicho un par de palabrotas quejándose de que vaya autobús…etc, etc. Pero para nada, el señor estaba tan tranquilo diciendo: pues nada, esta noche llegaré a casa sobre las 12. Usando un tono casi de humor, ni con mal carácter , ni con cara de enfado, ni nada. Yo pensé, increíble lo que ven mis ojos, olé por él. 

Y del resto de viajeros igualmente, no vi a nadie quejándose ni nada, creo que es una prueba más de la buena filosofía de vida que tienen los beliceños. 

Bus averiado

Después de unas 3 horas llegamos a San Ignacio. El pueblo tenía una pequeña plaza a la entrada y también había banderitas que lo decoraban. Luego me enteré de que estaban celebrando los 31 años de independencia del país, que se conmemora el 21 de Septiembre, anteriormente a esa fecha formaba parte de una colonia Británica.

Llegamos al hostel llamado “The Old Hostel”, y me pareció una maravilla. 

Era un lugar muy espacioso, con varias terrazas, muy limpio y lo mejor de todo, los baños eran baños como los de una casa 😍, con su bañera, súper bien equipados (hasta secador tenían) y con cuadros bonitos que lo decoraban. Además había aguacates y tomates gratis,  nos dijeron que porque en esta época hay muchos. Nuestra estancia allí fue de las mejores en cuanto a las instalaciones, muy recomendable. 

Allí pasamos 2 noches y una de las actividades que hicimos fue ir a visitar las ruinas de Xunantunich. Para ir hasta allí hay dos opciones, coger el bus local o ir en taxi. Nosotros fuimos en taxi porque el taxi te lleva hasta la entrada de la ciudad maya y te ahorras subir una pendiente bastante larga. Para llegar allí además hay que cruzar un río y para ello usan como una especie de plataforma donde se suben los coches y que funciona con una manivela que un señor va girando para que al moverse cruce el río. 

Pasarela para cruzar el río.

La entrada a las ruinas nos costó 5€ , nada que ver con los precios de las famosas ruinas de México. 

El conjunto arqueológico está formado por más de 26 templos y palacios construidos en torno a 6 plazas; el más alto mide 40 metros, siendo el segundo más alto de Belize y se puede subir hasta lo más alto. Desde allí las vistas son increíbles. Además había muy pocos turistas así que a parte de que las fotos salen mejor, te da sensación de mucha tranquilidad y paz. 

En lo alto del templo principal conocimos a una pareja de italianos que llevan viajando en su furgoneta 2 años. Son youtubers y van explicando sus experiencias viajeras en su canal. Fueron muy simpáticos y nos llevaron en su vehículo hasta el otro lado del río. Os dejo el enlace de su canal por aquí : Come due vagabondi.

Por la tarde dimos un paseo por San Ignacio y además de comer un rico pollo probé un muffin decorado con una banderita del país. 

Al día siguiente partimos para la frontera con Guatemala. Para ello una de las chicas que se alojaban en el hostel nos recomendó un taxista que era económico , nos cobró 10€. Durante el camino nos explicó que él era de Guatemala y que hay muchos guatemantecos que vienen a Belize para trabajar ya que los salarios son el doble de altos que en Guatemala y en ocasiones aún más. 

Al pasar la frontera cruzamos un puente que nos llevaría hasta el primer pueblo, Melchor de Mencos, donde cogeríamos un colectivo o chicken bus como lo llaman en Guatemala para llegar hasta nuestro siguiente destino, Flores. 

En la siguiente publicación mis primeras impresiones sobre Guatemala. Adelanto que son buenas, esta vez no tengo quejas. 

Deja un comentario