Tulúm

Tulum, el lugar famoso por sus ruinas y playas. 

Después de mi experiencia en Playa del Carmen y Cozumel, mis expectativas sobre México estaban por los suelos. Me sentía ilusa y desencantada pero bueno, habría que darle la oportunidad a Tulum. 

Tulum es una ciudad turística pero a un nivel un poco menor que Playa del Carmen. Pude notar más gente de México por sus calles y un pelín de más puestecitos y bares que no estaban dedicados a ese público extranjero sino a la gente de aquí. 

Calle principal de Tulum

Hay 3 cosas típicas que se hacen en Tulum: ir a visitar uno o varios cenotes, ver las ruinas mayas y visitar Playa Paraíso. Yo hice las tres en un día y pondría como favorita la visita al cenote, aunque yo me esperaba más. (Lo sé, esperaba mucho de este lugar). 

En el hostel en el que nos quedamos se podían alquilar bicis de manera gratuita así que comenzamos el día yendo en bici al Gran Cenote. Es uno de los cenotes más famosos, la entrada cuesta 25 euros y te dejan una máscara de snorkel y un chaleco porque está prohibido meterse sin él. Yo lo agradecí porque con el chaleco cuando te cansas no tienes que estar nadando y uno se siente como más light. 

Cuando llegamos al lugar y vi el cenote pensé, bueno esto es. Pero luego cuando me puse las gafas y vi el fondo, las formaciones de la cueva, los peces y tortugas, pensé que sí, es un lugar único, vale la pena verlo y nunca había visto nada así. 

Después nos dirigimos a las ruinas mayas de Tulum. De camino nos paramos para comer tacos en un puestecito de la carretera y estaban buenos. Esos han sido los últimos tacos que he comido porque estoy bastante cansada de ellos, de las tortillas y de las empanadas.

Dejando la comida atrás, tras un paseo de unos 20 minutos por un carril bici que estaba muy bien acondicionado y que además es plano porque aquí todos los caminos/carreteras son planos y con pocas curvas, llegamos a las ruinas. 

Lo único que puedo decir de ellas es que literalmente pasé más rato mirando las palmeras que las construcciones. Lo siento por la arquitectura o la historia que tengan detrás pero lo que es los templos en sí, no me resultaron nada especial. Pensé mucho en los templos de Tailandia y lo bonitos que eran; lo sé, no tienen nada que ver, pero a mí estos me parecieron bastante sosos y pequeños. La palabra templo me suena a grandiosidad, a belleza y no es algo que estos me inspiraran. 

Ruinas

Después de mi desilusión con los templos seguimos en bici para la llamada Playa Paraíso. Si buscas en google esta playa aparece una playa preciosa de arena blanca con una palmera con el tronco en horizontal, de estos en los que te puedes tumbar a hacerte una foto y agua cristalina. Pues bien, lo que vemos es una playa llena de algas marrones, donde esa palmera no existe, solo vimos una en miniatura, y llena de chiringuitos donde tomarte algo te sale por un ojo de la cara. Además no hay apenas sombras y si no te sientas en un chiringuito los lugares para ponerte con la toalla y que no te abrase el sol son muy reducidos. 

Playa Paraíso

Total, que fue otra decepción que me llevé. Supongo que en otro periodo del año tal vez hay menos algas y la playa se vea más bonita, pero desde luego ahora no es la ocasión. 

Hasta aquí mi día en Tulum, el siguiente destino será Valladolid, y ya la cosa empieza a ponerse mejor, finalmente.

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