Bangkok: «Tuk, tuk»

สวัสดี = ¡Hola!

Tras nuestro primer paseo en taxi desde el aeropuerto a la capital de Tailandia, llegamos a nuestro maravilloso hostel.

Y con la llegada al hostel os dejo mi tercer consejo: si no queréis dormir en un lugar sucio, con un baño que da pena y compartiendo habitación con gente que no se sabe como van a resultar, no os alojéis en un hostel en Tailandia (al menos en Bangkok); yo siempre me he alojado en hosteles baratos en otros países y algunos eran mejores otro peores pero todos han cumplido ciertos niveles de comodidad o limpieza, niveles que en el país asiático, por mi experiencia, no los hay.

Lo primero que nos pidieron al entrar fue quitarnos los zapatos, mi cara era un poema cuando me vi forzada a andar descalza por allí; pero he de decir después de tener que caminar descalza en los templos, caminar con las sandalias por las calles llenas de agua, suciedad, cucarachas, y elementos varios, aquel pudor se me quitó y afortunadamente no me contagié de hongos ni de nada, así que no sería para tanto. Tailandia te enseña a ser menos pudoroso y más …aventurero, es lo positivo.

Después de dejar nuestras cosas en el hostel, comenzamos a caminar para empezar a explorar la ciudad, y ¡oh!, ¡sorpresa! empezó a llover, no a chispear, a llover como si no hubiera un mañana.

Ya era algo que sabíamos, en Tailandia era época de lluvias, lluvias monzónicas. Por suerte paró después de un rato y pudimos seguir con nuestro tour.

Cuarto consejo: no viajéis a Tailandia en época de lluvias. Todos sabemos que hacer turismo bajo la lluvia no es lo más agradable y recomendado, y más cuando la lluvia es tan intensa como en Tailandia. Por tanto, aunque la temporada baja y más económica sea nuestro otoño, si queréis disfrutar de las playas, los tours, etc., sin miedo a sentiros protagonistas de películas como «La tormenta perfecta» , viajad de noviembre a mayo.

Como se puede apreciar, la lluvia no es como para «pasear» tranquilamente bajo un paraguas.

Para seguir con nuestro tour, cogimos un Tuk Tuk , medio de transporte público por excelencia de Bangkok. Sus calles están impregnadas de ellos y de vocecitas gritando: ¡»Tuk, tuk»!

Consejo 5: coged los Tuk Tuk que lleven una bandera amarilla. Un señor tailandés que nos encontramos por la calle, el primero que encontramos súper amable y que nos ayudó mucho sin pedírselo, nos recomendó coger un Tuk Tuk con la bandera de este color, que nos hiciera un tour por varios de los templos más importantes de la ciudad y que nos llevara a una agencia de viajes para que nos aconsejaran y compráramos un viaje organizado para el resto de días que nos quedaban en Tailandia (no creo que el señor se llevara ninguna comisión pero podría ser, teniendo en cuenta lo triquiñuelos que son allí, que por unas cosas y por otras parece que todos están compinchados).

Pero la verdad es que el señor se molestó en anotarnos en una hojita el tour que debíamos pedir al conductor del Tuk tuk y la cantidad de dinero que debía cobrarnos: 40 baths, poco más de 1 euro por un tour de unas 3 horas. El problema fue que después de haber cogido ese Tuk Tuk tan barato, todos los demás nos parecían caros.

Todo ello fue en inglés, y decir que fue de los pocos que se defendían bien con el idioma. En general los tailandeses hablan muy poquito inglés, lo básico para negociar precios con los turistas (cosa que entiendo) pero es una de las cosas que más me frustró , no poder mantener una conversación fluida con la mayoría de las personas; a parte de que en general, pese a que la gente diga que todos son unas personas encantadoras, en mi opinión, hay de todo, como en todos los lugares.

Y por suerte o por desgracia, nos encontramos con personas muy amables pero también otras bastante frías y nada cordiales.

Consejo 6: si os es posible, intentad organizad el viaje con bastante antelación (al menos estableced una ruta e informaros de cómo ir a los distintos sitios, así como de vacunas que se recomiendan poner, precauciones que tomar, etc.)

Si queréis aprovechad al máximo los días que estéis allí, teniendo en cuenta que en Tailandia hay infinidad de lugares que visitar y cosas que hacer, si establecéis una ruta antes de ir e investigáis sobre medios de transporte, alojamientos , actividades para hacer etc., es mucho mejor.

En nuestro caso, teníamos una lista de lugares que queríamos visitar y pensamos más o menos una ruta, luego fuimos a la agencia de viajes a la que nos llevó el conductor del TukTuk (otra de las personas amables que conocimos) y la chica nos organizó un tour de acuerdo más o menos a lo que le pedimos. Siempre regateando.

No sé si al final aquello fue más barato o más caro que si lo hubiéramos hecho por nuestra cuenta, pero al menos yo me sentí un tanto aliviada de tener programados tours, la mayoría de alojamientos y transportes que necesitábamos coger, etc.

Cuando llegas allí sientes que tienes que aprovechar cada minuto, y en ese sentido el tour que te proponen en las agencias parece como evitarte quebraderos de cabeza. Pero si vuelvo a ir, lo haría por mi cuenta y pensándolo todo con más antelación.

Con respecto a las precauciones mencionadas anteriormente:

-Las vacunas son recomendables, no obligatorias, pero se deben tomar con al menos 1 mes de antelación.

-Poneros cada día repelente para los mosquitos, se puede comprar en los 7eleven que abren a todas horas (tienen el tapón rosa). Son muy efectivos y aunque huelen bastante fuerte, acabas adaptándote a que ese sea tu nuevo «perfume».

-El agua: no se recomienda ni beberla ni lavarse los dientes con agua de grifo. Nosotras nunca bebimos agua que no fuera embotellada pero sí que tomamos algún cocktail con hielo, y lo de los dientes, lo cumplimos los 2 primeros días, después usábamos el agua del grifo y no nos pasó nada.

-Para tener internet en el móvil: se pueden comprar tarjetas allí, por 12 euros o así con 1 giga. Pero la verdad es que hay WiFi en todos los establecimientos.

-Cuando uséis uber o alguna aplicación similar o preguntéis a alguien por la dirección de algún lugar, es mucho mejor si buscáis la dirección en tailandés, porque muchas de las personas, como ya he dicho, no saben bien inglés, por tanto, no entienden las direcciones si no las leen en su lengua materna.

Con respeto a esto, el primer «grab» que cogimos en Bangkok, (aplicación similar a uber) nos quiso dejar en un polígono, en plena noche porque según él la dirección que yo había puesto era aquella; finalmente conseguimos que nos redirigiera a nuestro destino, una zona de discotecas.